Vigilad, pero sin atosigarles, su trabajo diario. Preocupaos por que estudien lo suficiente, que tengan sus tareas al día, que mantengan sus cuadernos y apuntes ordenados...
Controlad el tiempo de televisión. Ver la TV debe ser una consecuencia que sigue al trabajo bien hecho y al cumplimiento de sus responsabilidades como estudiantes y como hijos y hermanos.
Animadles a leer.
Los y las estudiantes siempre tienen trabajo para casa: preparar exámenes, leer la lección del día siguiente... Vigilad su realización.
Por esta razón, pedidles que cumplan su horario de estudio, interesándoos por lo que están estudiando en cada momento.
En muchas ocasiones, los y las estudiantes no comprenden lo que se les explica pero no se atreven a preguntar. Animadles a consultar sus dudas en clase; el profesorado también les anima.
Conviene tener presente que todos tenemos ciertas responsabilidades y obligaciones en casa. Inculcad a vuestros hijos e hijas el sentido de la responsabilidad, que entiendan que en casa todos debe colaborar, sea cual sea su sexo.
La asistencia a clase es obligatoria. Además, como ya se ha indicado, en la ESO se valoran muchos tipos de contenidos, algunos de los cuales no pueden observarse si no asisten regularmente (colaboración en grupo, participación, etc.)
Por este motivo, es importante que no justifiquéis sistemáticamente todas las faltas de asistencia, a no ser que sea absolutamente razonable.
Inculcadles el sentido de la puntualidad. Llegar tarde a clase interrumpe el trabajo del resto de los compañeros.
Comunicaos lo más posible con el tutor o tutora de vuestro hijo/a, y no sólo cuando llegan a casa malas notas o existen problemas de comportamiento.
Es importante que toda conversación que queráis mantener con el tutor o tutora, la solicitéis anticipadamente, para evitar que acudan muchos padres el mismo día y no os pueda atender con tranquilidad.
Acudid cuando se os cite desde el centro educativo. Si no os es posible en la fecha propuesta, avisadlo con antelación.
Mantened con vuestros hijos e hijas una comunicación fluida, hablando a diario de las cosas que consideran importantes, aunque os parezcan simples problemillas.
Hablad de sus intereses y motivaciones cara al futuro; conversad sobre lo que quiere hacer, y sobre si tiene interés o no por seguir estudiando.
Mostrad ante vuestros hijos e hijas que ambos padres queréis las mismas cosas. Tomad las decisiones de mutuo acuerdo y apoyaos uno al otro para sacarlas adelante.
De igual manera, es fundamental que las actuaciones que se emprendan en casa y en el Instituto estén coordinadas. Poneos de acuerdo con el tutor o tutora sobre lo que se va a hacer si surgen dificultades.
Controlad que duerman el tiempo necesario (en torno a nueve horas), que no se acuesten tarde.
Cuidad que desayunen lo suficiente y que tengan una alimentación variada.
En algunos cursos, los estudiantes llevarán una Agenda o anotarán sus tareas en los cuadernos de clase. Vigilad que los lleven organizados. Si así os lo indica el tutor o tutora, utilizadlos para comunicaros con sus profesores y profesoras.