Cómo ayudar a nuestros hijos/as a convivir de un modo eficaz


  • Convertirse en modelos positivos


Los padres y madres somos los primeros modelos de comportamiento para nuestros hijos, por eso debemos cuidar nuestro comportamiento en casa y resolver mediante el diálogo nuestras diferencias.


  • Hablar con frecuencia con los hijos/as y trasmitirles confianza para que ellos a su vez nos hablen


Es importante escuchar con interés lo que nuestros hijos/as nos quieran comunicar, aunque estemos cansados o nos parezcan tonterías. Hay que proporcionar confianza, seguridad y afecto y animar a nuestros hijos/as a hablar de lo que les motiva y lo que les inquieta.


  • Educar en los derechos humanos


Debemos ayudar a nuestros hijos a reconocer los sentimientos de los demás, a sentir empatía, es decir, a ponerse en el lugar del otro y comprender sus sentimientos. Igualmente, han de aprender que todos somos diferentes, pero que esta diversidad es valiosa. Hay que transmitirles los valores del respeto, la tolerancia, la no aceptación de la injusticia.


  • Fomentar la autonomía de los hijos/as


No debemos protegerlos excesivamente, sino facilitar su independencia aunque en algunas ocasiones se equivoquen. Esto no significa que no necesiten guía y consejo, sino apoyarlos para que aprendan a tomar sus propias decisiones.


  • Establecer unas normas claras y dialogadas


Los hijos/as deben saber claramente cuáles son las conductas que se esperan de ellos. Es mejor convencer que imponer. Para ello, hay que razonar sobre el porqué de las normas y, siempre que sea posible, permitirles que participen en algunas decisiones y que opinen sobre algunas normas de convivencia en casa. De nada sirve proponer muchas normas si no se exige su cumplimiento.


  • Interesarse por sus relaciones y amistades


Debemos interesarnos, pero sin agobiar, por sus amigos/as y compañeros/as, por su relación con ellos/as. No debemos pensar que, si algo va mal, nuestro hijo/a es siempre la víctima o el perdedor.


  • Estimular a nuestros hijos/as a utilizar constructivamente el tiempo de ocio


Hay que fomentar aficiones creativas, positivas y que faciliten las relaciones con los demás. La televisión y los videojuegos no son malos en sí mismos, pero hay que enseñar a nuestros hijos/as a usarlos críticamente, analizando los modelos de conducta que transmiten y evitando que refuercen el aislamiento social.


  • Hablar con nuestros hijos/as sobre cómo afrontar los conflictos


Hay que transmitirles la idea de que los conflictos son algo natural en los seres humanos y que se producen continuamente en la vida cotidiana, ya que las personas tenemos diferentes intereses y necesidades: un buen ejemplo es cuando uno quiere ir al cine y otro a los recreativos. Lo importante es saber que hay muchas maneras de resolverlos, pero que la mejor es el diálogo y no la confrontación.


  • Interesarse por cómo van en la escuela


Como ya hemos señalado, es muy importante que mantengamos contactos con el centro y nos interesemos por cómo va nuestro hijo/a. En ocasiones, también es bueno hablar con otros padres y madres sobre cómo favorecer la convivencia y el éxito en la escuela.