El Modelo de Educación Intercultural y Cohesión Social de Castilla-La Mancha supone una apuesta por la escuela inclusiva, por transformar las prácticas docentes, la cultura y organización escolar.
La educación intercultural persigue la equidad, la competencia intercultural, la transformación social y la lucha contra la discriminación. Una escuela inclusiva se caracteriza por:
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Un alto compromiso del profesorado.
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Una apuesta por los agrupamientos heterogéneos, porque son el reflejo de nuestra sociedad.
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Un intento por ofrecer el apoyo, humano, material o técnico, lo más cercano posible al aula ordinaria.
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Una amplia red natural de apoyos, mediante la cual se pretende que los profesores y profesoras trabajen juntos, potenciando la cooperación profesional, y que los alumnos presten ayuda a otros compañeros.
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Una toma de decisiones compartida por todos los implicados.
El modelo de Educación Intercultural y Cohesión Social de Castilla-La Mancha se apoya en tres principios básicos:
1) No debe haber respuestas diferenciadas en virtud de la procedencia y características socio-culturales del alumnado. No existe un subsistema de "educación compensatoria" separado del Plan de orientación y atención a la diversidad.
2) Se debe considerar la educación intercultural como parte de la educación para la convivencia, incorporando las diversas culturas presentes en el centro, y dando prioridad a los valores basados en el respeto a las diferencias.
El modelo se implantará en dos fases. En la primera, que comienza en este curso 2006-2007, se incorporan unos 70 centros de Primaria y Secundaria, con el compromiso de organizar su respuesta educativa de forma más acorde con los principios de inclusión e interculturalidad.
Con esto se avanza un proyecto de futuro, que se completará con la generalización completa del modelo a todos los centros del anterior programa de compensatoria.